martes, 19 de julio de 2016

Un conflicto olvidado: Yemen.






Por: Gilberto Cornejo Alvarez

Estudiante de Relaciones internacionales en la 
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la 
Universidad Nacional Autónoma de México
gilbertocornejoalvarez@outlook.com

   La República de Yemen surgió en 1990, cuando las otrora República Árabe del Norte (RAN, llamada coloquialmente Yemen del Norte) y República Democrática de Yemen (la RDY, también conocida como Yemen del Sur), ponen fin a una serie de conflictos datados desde 1962. Empero, desde su conformación el país se ha visto envuelto escalada de conflictos y violencia.
           
   Al unirse dos países con cosmovisiones, necesidades y potencialidades diferentes, la tensión era inminente. Esto dio paso a la guerra civil de 1994, de la cual el antes territorio de la RAN salió victorioso. Sin embargo, el sentimiento de derrota en la zona de la RDY, aunado a la preservación en el poder de un partido único (el Congreso General del Pueblo), así como las transiciones democráticas en Asia Sudoccidental, promovieron una serie de manifestaciones en contra del régimen de Ali Abdullah Saleh, el cual se había mantenido en el poder desde la conformación de la República de Yemen (sin olvidar su mandato ininterrumpido en Yemen del Norte, dando un total de 33 años de administración).
   
   Lejos de alcanzar paz y estabilidad tras la salida de Saleh, Yemen ha continuado una guerra entre las viejas facciones, además de verse afectada por la piratería internacional en el Golfo de Adén, sin olvidar que el grupo terrorista Al-Qaeda ha establecido bases de operaciones en el territorio de Yemen del Sur. A pesar de la intervención de potencias, tanto regionales como extranjeras, la situación en Yemen lejos de solucionarse, se intensifica más ¿A qué se debe esta situación? ¿Cuál es la preocupación de la sociedad internacional con relación a la inestabilidad en Yemen?

Yemen y Al-Qaeda

   El terrorismo siempre ha estado presente en la república de Yemen, aunque sólo llamo la atención de los medios internacionales cuando una facción yemení de Al-Qaeda se fusionó con un grupos saudí análogo (Reinares, 2010). Al llegar una zona empobrecida y devastada por una guerra civil, sin la existencia de un gobierno central visible, este grupo terrorista no encontró obstáculo para asentarse en la zona. Incluso, la escalada de violencia ha llegado a tal punto, que existen dentro del territorio simpatizantes con ideologías más radicales (Reinares, Op. cit.)

   La respuesta de los aliados de Yemen (justificándose en el temor de que el país se convierta en un país pirata y terrorista, pues su geografía montañosa brinda un escondite perfecto para los delincuentes), ha sido utilizar bombardeos aéreos para acabar con la ocupación de AL-Qaeda en las ciudades del sur del país (Russia Today, 2015). Sin embargo, este tipo de maniobras lejos de solucionar el problema, lo intensifican.
    
   Los grupos terroristas se organizan a manera de red: si un líder muere, los extremos más cercanos al centro de poder lucharan para ocupar dicho vacío. De esta manera, aunque se deshagan de los líderes terroristas, como el caso de Sadam Hussein, no se acabara el terrorismo internacional. Lo que se logra con este tipo de bombardeos, es atraer simpatizantes a la causa, pues Al-Qaeda puede justificar sus acciones en Yemen como la manera de terminar con el intervencionismo y ataques imperialistas occidentales.

   Por su parte, la sociedad internacional considera prioritario el evitar que el país caiga en manos del terrorismo internacional por su importancia geopolítica y geoestratégica. El país colinda con el mar Arábigo, el Golfo de Adén y el mar Rojo, amén de compartir fronteras con Omán y Arabia Saudita. Mientras su toma podría significar el congelamiento del tráfico marítimo en esa región del mundo, Arabia Saudita y Omán temen tener un vecino problemático, en donde la población civil se verá forzada a migrar a estos territorios para preservar la vida.

Yemen y la piratería

   Ha sido ampliamente documentada la cuestión de la piratería somalí en el Golfo de Adén. Esta situación es un problema a nivel internacional, especialmente por ser un paso obligado para las exportaciones petroleras del Mundo Árabe. En primer lugar es necesario hacer una aclaración conceptual: la piratería no es terrorismo. La primera actividad tiene como móvil un fin económico, mientras el principal enemigo de la agenda de seguridad de nuestro siglo busca crear terror en la población con fines políticos.

   A pesar de que la piratería es vista como un problema originado por y desde Somalia, lo cierto es que Yemen no sólo sufre los efectos de esta, sino es promotora de la misma. Los piratas obtienen sus armas ya sea en su capital o en Yemen (Rosas, 2010: 218), sin olvidar que este país estuvo en desacuerdo con la Operación Atalanta de la Unión Europea, cuya finalidad era proporcionar protección armada a los barcos que entregan ayuda alimentaria a los civiles somalíes, por considerarla como un intento de internacionalizar el Mar Rojo, en detrimento de los intereses de los países ribereños (Ibídem: 222).

   Entonces, el escenario es complejo, Yemen al ser un país inestable inmerso en una guerra civil, presenta un serio tráfico de armas pequeñas y ligeras, las cuales en la situación de violencia imperantes pueden terminar en manos de los piratas ya sea por el caos del momento o porque alguna de las facciones decida conseguir recursos con la venta de armamento.

Yemen ¿un Estado fallido?

   En primer lugar, tenemos una población extremadamente heterogénea: en la parte norte existen diversos asentamientos tribales. Dicha diversidad, aunada a la unificación entre los dos Yemen en 1990, los cuales tenían modos de organización política, ideológica y económica diferentes han hecho de la actual República de Yemen un Estado pero no una nación. Los pobladores de este territorio no tienen ni una historia común, en más de una ocasión la RAN y la RNY fuero enemigas y no poseen elementos en común con los que identificarse.
    
   Es así como en segundo punto encontramos el auge de activistas, tanto locales como extranjeros que buscan estabilizar la situación en el país. No obstante, su estrategia no ha dado resultados. La aparente irrelevancia de las instituciones formales, han ocasionado una ola de activismo en el país. A pesar de esto, la situación no ha mejorado pues no existe coordinación entre los activistas con las instituciones y actores gubernamentales (Yadav, 2015: 146).
  
   Complicando aún más el escenario tenemos el factor de la migración. A pesar de ser el país más pobre del Mundo Árabe, al haber firmado la Convención de 1951 sobre refugiados, es el principal destino de los migrantes africanos: desde los que huyen de la inseguridad alimentaria en el Cuerno de África, hasta etíopes buscando preservar la vida (Mooney, 2013: 44). A pesar de ello, es cuestionable si en la situación actual, el gobierno de Yemen es capaz de cubrir las necesidades básicas de los migrantes, así como garantizar su supervivencia. En contraste, se puede afirmar que en un país donde la infraestructura básica se encuentra en ruinas, un flujo continuo de migrantes no sólo pone en riesgo la estabilidad (o aumenta la inestabilidad) en la zona, sino que los mismos migrantes se ponen en peligro de ser incorporados por la fuerza a Al-Qaeda.
  
   Es así como en un Estado la población no cuenta con elementos de identidad comunes, donde se desarrolla una guerra civil que parece no tener fin, y donde la fragilidad de las instituciones gubernamentales imposibilita la creación de un proyecto nacional, sumado al terrorismo y la piratería internacional, sin olvidar su incapacidad para cubrir las necesidades básicas de sus habitantes, se puede considerar como fallido. Y para los observadores internacionales, este parece ser el caso de la República de Yemen.

Consideraciones Finales

   Como ha quedado expuesto, el problema de Yemen es multifactorial. En primer lugar se deben tratar los asuntos de identidad entre la población, creación de instituciones fuertes, legitimidad del gobierno, inclusión de los grupos tribales, etcétera. Empero, la complejidad del asunto radica en la solución de los problemas antes mencionado mientras se combate la piratería y el terrorismo internacional, por lo que se necesitara el apoyo de fuerzas pacificadoras en la zona (Misiones de paz de Naciones Unidas), o asistencia militar de las potencias regionales y mundiales, aunque diferente a los bombardeos aéreos actuales (los cuales son ineficaces para combatir a las amenazas a la seguridad existentes en el país).

   Sin embargo, existe otra cara del asunto, a la cual los medios de comunicación no le han dedicado tiempo y es el costo humano en este conflicto. De acuerdo al Informe Sobre Desarrollo Humano: Sostener el Progreso Humano y Construir Resiliencia, Yemen ocupa el puesto 154 de los 187 países listados, es decir tiene un desarrollo humano bajo, siendo el país con peor calidad de vida del Mundo Árabe (PNUD, 2015). Además, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos estima 2,795 muertos y 5,324 heridos por el conflicto en el país tan sólo en los últimos nueve meses del año pasado (El Español, 2016). Eso sin olvidar la destrucción de infraestructura básica, la crisis migratoria, y la dificultad para crear la paz duradera en este Estado. Curiosamente, a diferencia de los problemas abordados en este trabajo, Occidente no publicita estas cuestiones.

Fuentes de consulta
        El Español (enero 2016), “La Guerra en Yemen deja 2.795 muertos y 5.324 heridos en 2015”, disponible en http://www.elespanol.com/actualidad/20160105/92320843_8.html
        Mooney, Erin (julio 2013), “Huida, fragilidad y promoción de la estabilidad en Yemen”,  en Revista Migraciones Forzadas, Universidad de Oxford.
        PNUD (2015), al Informe Sobre Desarrollo Humano: Sostener el Progreso Humano y Construir Resiliencia, Naciones Unidas
        Reinares, Fernando (05 de enero del 2010), “¿Qué ocurre con Al Qaeda en Yemen?”, en El País, disponible en: http://elpais.com/diario/2010/01/05/internacional/1262646002_850215.html
        Rosas, María Cristina, et. al. (2011), Más allá del terrorismo. Globalización, seguridad y desarrollo, México, Universidad Nacional Autónoma de México.
        Russia Today Noticias (13 de abril del 2015), “Yemen corre el riesgo de convertirse en un país pirata y en un paraíso para los terroristas”, disponible en: https://actualidad.rt.com/actualidad/171881-yemen-pais-pirato-paraiso-terroristas
        Scahill, Jeremy, (18 de abril del 2011), “The Dangeorus US Game in Yemen” en The Nation.
        Stewart, Dan, (09 de noviembre del 2015), “Yemen’s neglected Disaster” en TIME.

        Yadav, Philbrick, (09 de febrero del 2015), “The ‘Yemn Model’ as a Failure of Political Imagination”, en International Journal of Middle East Studies, Cambridge University Press

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